Ya nada será como antes en el kirchernismo, lo confirmó el posicionamiento de Axel Kicillof que terminó de explicitarse con el tuit que publicó el sábado por la tarde, cuando faltaban unas horas para que venza el plazo para la presentación de candidaturas en el PJ. De un tiempo a esta parte el escenario político argentino asiste a una cambio de época, dentro del peronismo ese proceso se precipitó con el fracaso del gobierno del Frente de Todos a manos de Alberto Fernández. El candidato que no convencía a muchos, el presidente que se las ingenió para decepcionar a todos. La jugada electoral maestra devino en un gobierno mediocre y plagado de enfrentamientos internos.
La llegada de los libertarios al poder se debe en gran medida a eso. Nadie puede negar que hay una crisis que va más allá de la necesidad de reformular la propuesta. Está en crisis la forma de administrar el poder. ¿Se arregla eso con una interna?
La cuestión es que mientras el gobierno libertario concreta el plan del “topo” y ataca desde adentro universidades, hospitales, ciencia, empleo, etcétera, el principal partido político opositor se desangra en una interna que no garantiza soluciones. En su propio electorado, la tensión entre las dos principales figuras Cristina-Axel, despierta confusión y frustración. ¿De verdad existen diferencias políticas tan importantes como para motivar un desencuentro a cielo abierto? ¿O las diferencias -como todo indica- están lejos de ser ideológicas y se deben exclusivamente a pulseadas de poder?
Axel avisa no rinde examen
Durante la semana las presiones para que el gobernador de la provincia de Buenos Aires se pronuncie a favor de la lista de CFK fueron in crescendo. De la reunión de Cristina con dirigentes en SMATA surgió un trascendido dedicado a Kicillof: “Los Poncio Pilatos y los Judas en el peronismo no van más”.
Un trascendido, nadie salió a confirmarlo, tampoco a negarlo. Es probable que el tono de la frase impulsara el posteo del gobernador.
“Pareciera que no se registra del todo lo que está pasando en el país y en nuestra fuerza política: hay enojos, diferencias y desacuerdos. Esos reclamos, esos enojos deben ser escuchados con humildad y de ninguna manera pueden ser descalificados como signos de traición”, cuestionó el ex ministro de economía y señaló a los que “han decidido criticarme mucho y acompañarme poco”.
El gobernador aseguró que Quintela no es su candidato, instó a que se pueda llegar a un acuerdo entre ambas listas y volvió a dirigirse a Cristina: “Cristina está en el corazón del pueblo, también en el mío y no tengo que rendir examen de ese sentimiento”.
Nadie hasta aquí parece estar receptivo a las banderas blancas.
Dos listas para el 17 de noviembre
Finalmente se presentaron las dos listas. “Primero la Patria” es el nombre de la propuesta que lleva a CFK como presidenta del PJ, en la lista aparecen los nombres de Jose Mayans, Lucía Corpacci, Ricardo Pignanelli (ex SMATA), Juan Manzur, Wado de Pedro, Fernanda Raverta, Víctor Santa María, entre otros.
La lista del gobernador de La Rioja, Ricardo Quintela, se llama “Federales” y no tiene tantos nombres conocidos, aunque lo acompaña como vicepresidente 2° Alberto Rodríguez Saá. Antes aparece la intendenta de Barranqueras, Magdalena Ayala.
Los cálculos sobre el costo económico de la interna peronista también generan dudas y cuestionamientos, el partido no tiene los fondos necesarios y depende para ello del gobierno nacional. Descuentan que estarán de acuerdo en financiar una interna peronista que además de debilitar al principal oponente, copa en gran medida la agenda mediática. ¿Cómo era ese dicho de Napoleón sobre no interrumpir a tu enemigo mientras se equivoca?, eso.